TEMAS DE INVESTIGACIÓN
EUROPA FRENTE AL ESPEJO.
PRIMER INFORME DE LA FUNDACIÓN LABORATORIO DE IDEAS AVANZA
RESUMEN EJECUTIVO
Este informe analiza los desafíos de Europa para ser considerada un gran actor en el concierto global junto a los EE. UU. y China . Nuestra conclusión es clara y positiva: Europa tiene el potencial para jugar ese papel y ejercerlo de un modo totalmente diferente a China o los EE.UU. Hemos definido seis dimensiones que harían de Europa un jugador de peso a escala mundial si se abordan algunas tareas. Faltaba un análisis multidimensional de la posición de Europa en el mundo y esperamos, en esa medida, que este Informe pueda ser de utilidad.
Primera dimensión: en política económica, Europa no tiene aún los instrumentos para competir de igual a igual con los EE. UU. y China. Una política fiscal común, dando continuidad a los fondos Next Generation (NGEU) para que la UE se pueda financiar con fondos propios, endeudamiento conjunto e impuestos europeos es la solución inevitable para estar a la altura del arsenal presupuestario de EE. UU. y China, y financiar inversiones cruciales en bienes públicos europeos (transiciones verde y digital, en seguridad y defensa comunes). Junto a ello, alcanzar la unidad de los mercados de capitales y la unión bancaria son igualmente imprescindibles. La Unión debe dotarse de un presupuesto equivalente al 3% del PIB de la UE, multiplicando por tres la asignación actual gracias a la generación de recursos propios y una armonización del impuesto de sociedades.
Segunda dimensión: Europa es la economía más abierta frente a los EE. UU. y China. El comercio internacional representa más del 50% del PIB de la Unión, una proporción muy superior a la de los Estados Unidos (27%) o China (40%). Por ello es Europa quien mejor puede liderar el mantenimiento del comercio internacional abierto basado en reglas y que los países del Sur Global progresen a partir del mismo. Europa puede forjar, particularmente en América Latina y África, una nueva generación de acuerdos estratégicos de comercio e inversión y vincular esos acuerdos al Global Gateway, tejiendo cadenas de suministro y aprovisionamiento de productos críticos que posibiliten por un lado la industrialización y diversificación productiva de esos países y por otro la autonomía estratégica de la política industrial europea.
Tercera dimensión: Europa lidera ya la lucha contra el cambio climático descarbonizando su base económica. . Baste decir, en este terreno que entre 1990 y 2021 la Unión ha reducido sus emisiones contaminantes un 29,7% y su PIB ha crecido al mismo tiempo en un 61%. Pero tiene dos desafíos. Por un lado debe poner en pie un nuevo sistema de financiación de las inversiones, cifradas en el orden de billones de euros, que se precisan en el Sur Global para detener el cambio climático y desarrollar sus economías. Más allá de la Ayuda Oficial al Desarrollo se precisan nuevos mecanismos a partir de que nuevos fondos públicos catalizen y movilicen inversión privada hacia el Sur Global. En segundo lugar, debe avanzar en un sistema energético sostenible e interconectado europeo.
Cuarta dimensión. Europa puede aportar al mundo un nuevo modelo de Inteligencia Artificial, una Inteligencia Artificial Confiable, pero para competir globalmente necesita perfeccionar su ecosistema de IA: un ecosistema que cuente con elementos que ya tenemos, como el talento y los datos. Pero el desafío está en otros aspectos del ecosistema: superar la fragmentación del mercado europeo, una realidad del capital riesgo que impulse eficazmente el emprendimiento, y la existencia de gigantes tecnológicos europeos. Europa debería levantar un Fondo Europeo de Impulso al Ecosistema en IA, que debería tener una dimensión de al menos 100.000 millones de euros para los próximos seis años.
Quinta dimensión: Europa podrá jugar un papel determinante para la disuasión hacia la paz en todas sus fronteras, con un hinterland que abarca desde el Ärtico hasta el Sahel, si pone en pie su propio sistema de defensa y seguridad a través de: cambios institucionales de calado, un Cuartel General Permanente Europeo, y el Ejército con presupuesto común y, por tanto, bajo mando comunitario, progresivamente alcanzando el objetivo de los 60.000 efectivos fijado en el Consejo Europeo de Helsinki en 1999, como elementos complementarios a la OTAN.
Sexta dimensión: Para hacer una nueva estrategia de alianzas Europa debe basarse en la construcción de confianza mutua, la cocreación y los intereses compartidos como los elementos determinantes del grado de influencia que puede alcanzar Europa en el nuevo escenario geopolítico. Por vez primera en la historia de la relación trasatlántica, los EE. UU. pueden estar dejando de ser un socio predecible. Europa, aunque debe mantenerlo, no debería seguir considerando el lazo trasatlántico como la clave de bóveda de sus alianzas. Por un lado debe ir asumiendo su liderazgo global en materia de lucha contra el clima o en el mantenimiento de un comercio internacional abierto y basado en reglas; `por otro lado debe asumir sus propios retos como en defensa y capacidad disuasoria o compitiendo a escala global a partir de su propia concepción de la Inteligencia Artificial Confiable. Y sobre todo Europa debería buscar el aumento de su influencia global forjando nuevas alianzas para construir un motor fundamental de progreso para el mundo en la segunda mitad del siglo XXI. Progresando en una relación entre iguales, basada en los intereses comunes y en el mutuo beneficio se dibujaría en el horizonte a largo plazo la perspectiva de una nueva región, materializando la alianza de Europa y la cuenca mediterránea con África y América Latina.
Solamente podrá Europa acometer estas tareas si mantiene su rumbo, construido a lo largo de décadas, como el lugar del mundo en el que la democracia liberal se ha combinado con la justicia social dando lugar a la democracia social en tanto que sistema cultural, social, económico y político europeo. Y eso no será posible si no frena el avance de los autoritarismos postdemocráticos que comienzan a aparecer en diversos países europeos. Si las derechas conservadoras europeas acentúan su acomodación ideológica a los populismos de extrema derecha, nuestro análisis es también concluyente: Europa no podrá progresar para ser uno de los principales actores en la escena global.
Y es importante que lo sea: es desde Europa desde donde se puede defender mejor el progreso de la democracia, la convivencia en paz entre los pueblos, y una nueva era del multilateralismo. Y esto es así por es Europa la que aporta al resto del mundo la semilla de la democracia social como alternativa frente a los nuevos autoritarismos reaccionarios que quieren hacernos volver a un negro pasado.